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Parera (Valents): «Tenemos un plan para sacar okupas en 24 horas, y que nos demanden si tienen narices»

"Tú vas por Barcelona y no conoces a nadie que o bien no haya sufrido un robo o haya sufrido un intento de robo"

"Lo cuentan los vecinos y los policías: han visto al mismo niño en tres casas okupas distintas. Es muy grave"

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Pelayo Barro

Eva Parera (Barcelona, 1973) es abogada, empresaria, presidenta de Valents y candidata en las próximas elecciones municipales a la Alcaldía de Barcelona. Actualmente ejerce como concejal portavoz del partido en el Ayuntamiento, donde se ha convertido en uno de los azotes de las políticas de Ada Colau que han colocado a la ciudad como la más insegura de España. La de mayor índice de criminalidad por habitante según las cifras oficiales del Ministerio del Interior.

PREGUNTA.- Barcelona, como ha denunciado Valents, ya acumula 1,2 millones de denuncias por delitos desde que Ada Colau es alcaldesa.

RESPUESTA.- Sí, desde que llegó Colau al Ayuntamiento de Barcelona, desde que ella es alcaldesa y está gobernando con los socialistas. Las cifras no mienten. Ha habido 1.200.000 denuncias en la ciudad, en una ciudad de 1.600.000 habitantes más o menos. Para que nos hagamos una idea de la dimensión del problema. El propio Ayuntamiento ha admitido que el 80% de las personas no presentan denuncia, con lo cual sólo hay que sumar un poquito y te das cuenta de que superamos de largo el hecho de que cada barcelonés ha sufrido un delito en los últimos ocho años de mandato de Colau. Y esto va escalando. Cada vez tenemos más problemas, la delincuencia va aumentando, sabemos que somos líderes en delincuencia en toda España. No somos líderes para nada bueno, por desgracia para la ciudad de Barcelona, y nadie está haciendo nada.

P.- Al futbolista del Barcelona Robert Lewandowski le robaron el reloj nada más poner un pie en Barcelona. ¿Eso daña la imagen de la ciudad de cara al exterior?

R.- Y a otro futbolista lo han retenido en casa durante una hora para robarle, le agredieron con una barra metálica. Tuvimos a una diplomática, creo que era japonesa, que murió en un robo en la ciudad de Barcelona. Al final, el Ayuntamiento te argumenta que es una percepción del ciudadano, que en realidad los índices de criminalidad han bajado. Es cierto que sobre las cifras que ellos presentan han bajado, pero no cuentan que el 80% de la gente no presenta denuncia. Por tanto no han bajado, están subiendo. Y no es una percepción, es una realidad. Tú vas por Barcelona y no conoces a nadie que o bien no haya sufrido un robo o haya sufrido un intento de robo, o conozca a alguien de su entorno más cercano que haya sufrido un robo o haya sufrido un intento de robo. Por tanto, cuando esto está pasando a tu alrededor, todo el mundo te está contando lo mismo. Es que no es una percepción, es una realidad. Y esto es evidente.

P.- Con una Guardia Urbana que depende de Colau.

R.- No tenemos a la Policía en la calle, tenemos a la Guardia Urbana encerrada en las comisarías cuando la Guardia Urbana está pidiendo poder actuar, pero no les dejamos actuar desde el Ayuntamiento. Colau dice que no puede salir la Guardia Urbana porque si sale y practica detenciones… Y así, los índices de criminalidad a cinco meses de las elecciones se disparan. Porque hablamos de hurtos, de hurtos menores, de hurtos con violencia que están aumentando en la calle, pero estamos hablando de robos en domicilios, estamos hablando de ocupaciones ilegales, de agresiones sexuales, son delitos graves.

P.- Un territorio abonado para las mafias del crimen organizado.

R.- Tenemos mafias instaladas en la ciudad, lo sabemos. Hay una pelea por el control del territorio en el barrio del Raval entre dos mafias rivales, entre dos clanes rivales. Tenemos noticias de apuñalamientos, de disparos, de gente muerta por poder. Yo no había vivido nunca en una Barcelona con gente que fuese con pistolas. Pues hoy ya van con pistolas, van con armas blancas, van con machetes, y las están usando. Tenemos un problema importante de menores no acompañados en asentamientos ilegales en la ciudad que no están tutelados por la Administración y que, por tanto, la única opción que tienen de comer es robar. Que están cayendo en manos de las mafias y nadie está haciendo nada. Y cuando se denuncia esto desde la oposición, la única respuesta que obtenemos es ‘sois de extrema derecha, sois fascistas’. No estamos poniendo una realidad en el debate político que hay que afrontar desde el Ayuntamiento, porque tenemos que ser conscientes de cuál es el problema para poder solucionarlo.

Okupas

P.- Luego está el problema de la okupación, un fenómeno que en Barcelona tiene especial implantación.

R.- La okupación es un fenómeno de masas en Barcelona.

P.-¿Se impulsa por quien está gobernando la ciudad?

R.- Claro, es que Colau llego a la Alcaldía siendo okupa. Es una evidencia. Es una realidad. Por tanto, si ponemos a gobernar la ciudad de Barcelona a una okupa, lo normal es que haga normas pro okupas y que ayude a los okupas. Se está dilapidando muchísimo dinero público en dar ayudas, en adecuar locales para los okupas. Y esta es una problemática que estamos sufriendo. Yo recientemente tuve un enfrentamiento con unos okupas cuando fui a denunciar la okupación de una propiedad en la Plaza Bonanova, en la parte alta de la ciudad. Llevan cuatro años ocupando una propiedad de forma ilegal y nadie está haciendo nada. Te responden y se encaran contigo, con la seguridad de saber que pueden hacerlo porque nadie les hace nada, porque son intocables, porque ninguna administración está actuando contra esto. El sistema es muy perverso. En Barcelona tenemos mafias que están ocupando los locales. Te entran, te revientan la puerta y colocan a una mujer con un menor de edad allí. Cuando llegan los Mossos abren para ver quién hay. Si hay un niño, tienen la obligación de llamar a los servicios sociales del Ayuntamiento.

P.- Pero no van.

R.- Lo que tienen que hacer es ir con los Mossos en la primera denuncia. Pero no van. Esperan y dejan pasar dos o tres semanas hasta ir a hacer la inspección, con lo cual ya se te ha pasado el plazo de desalojo exprés de las 48 horas. Y esto provocado por el propio Ayuntamiento. Mientras tanto, al propietario, que ya ha hecho la denuncia, le comunica la Policía que no se puede hacer nada hasta que servicios sociales actúen porque hay un menor. Mientras tanto, el propietario va recibiendo una llamada de la mafia que le ha ocupado la casa diciendo «yo te lo arreglo por tanto dinero». Total, que si decides no pagar, el ayuntamiento te aparece al cabo de dos o tres semanas y llega a hacer una inspección. Pero no llega a certificar que ahí vive alguien de forma ilegal. Lo que hace es ver si el local o la vivienda es habitable. Hacen un informe de que hay un menor y una familia vulnerable. Ni siquiera preguntan si el menor realmente pertenece a la familia, si están viviendo en situación de vulnerabilidad.

El Ayuntamiento está actuando como cómplice de unas mafias al hacer una inspección, argumentando que eso es habitable y que se van a quedar dos, tres o cuatro años. Esto es vergonzoso. Nosotros pedimos al Ayuntamiento hace 15 días que se anularan todos los empadronamiento en propiedades ocupadas de forma ilegal. Yo soy un okupa, reviento la puerta de tu casa, me voy a tu casa, entro y me voy al registro a empadronarme para recibir las ayudas sociales… ¡Y el ayuntamiento lo consiente!. Lo normal es que el Ayuntamiento no sea cómplice de un delito y no permita acceder a las ayudas sociales a través de la comisión de un delito. Bueno, pues la respuesta de todos los grupos, cuando digo todos son todos, fue que lo que estábamos proponiendo era vulnerar derechos fundamentales de los okupas.

P.-Valents propone crear una unidad especial dentro de la Guardia Urbana para luchar contra la okupación.

R.- Cuando una comunidad de vecinos detecta una okupación, la primera llamada que se recibe es a la Guardia Urbana. Entonces la Guardia Urbana es quien da la primera respuesta como policía, digamos, de más proximidad al ciudadano. Los Mossos d’Esquadra ya están creando una unidad especializada, porque en Cataluña están creciendo estos delitos. Hay un efecto llamada terrible que provoca Barcelona, que se está expandiendo al área metropolitana. La Guardia Urbana tiene que tener una unidad para trabajar conjuntamente con los Mossos. Nosotros propusimos un plan antiokupación al Ayuntamiento, que era muy fácil de hacer. Básicamente era un teléfono de línea directa, sólo para denuncias de ocupaciones. No conseguimos crear ese número de teléfono. Mientras haya este Gobierno, es imposible. Todos votaron en contra. Pero si hubiese ese teléfono, la respuesta de la Guardia Urbana sería venir inmediatamente al lugar y ver si hay una situación ahí de comisión de un delito. Tenemos una campaña ‘okupas 24 horas’, pero nos dicen «esto no porque tal, porque los derechos…». Me da igual. Hay que llegar allí y preguntar, ¿usted tiene permiso para estar aquí? ¿no? A la calle. Y ya me demandará la mafia de turno, el okupa o el que sea. A ver si tienen narices de hacerlo

P.- ¿Y problema resuelto en 24 horas?

R.- Claro que se puede actuar en 24 horas, pero hay que darle los instrumentos a la Policía para poder hacerlo. Al final lo que le decimos a la Policía es: primero, no vayas, quédate en la comisaría. Segundo, no atiendas la llamada. Tercero, cuando vayas, avisa al Ayuntamiento, pero yo ya vendré cuando pueda. No puede ser. Yo tengo una llamada de aviso, me están ocupando un local. La Policía va con un asistente social para ver si hay un menor. Y ahí se verifica todo. Se verifica si realmente ese menor es hijo de quién está ahí dentro.

P.- ¿Se usan niños y bebés en las ocupaciones?

R.- Eso te lo cuentan los vecinos y los policías: ese mismo niño lo hemos visto en tres casas distintas. Es muy grave. Se está utilizando a menores en manos de mafias para justificar una okupación. Y esto lo sabe la Administración y lo está consintiendo. Ya no es que sean cómplices de unas mafias, es que estás consintiendo que se utilice a menores de edad. Muchas veces bebés, niños pequeños. Esto no se puede consentir de ninguna de las maneras.

Mafias

P.- Ada Colau aprobó una subvención de 1,5 millones de euros al sindicato de manteros…

R.- Llegó este Gobierno súper progresista, de izquierdas y alentó una actividad que estaba siendo perseguida ya no por la Guardia Urbana, sino por los Mossos, por la Policía Internacional, por la Policía Nacional y por la Interpol, principalmente porque no se sabe qué está financiando todo ese dinero, esas ganancias. Fondos que salen de España y se van a países normalmente africanos. Y allí sabemos que hay una problemática importante de terrorismo y otras cuestiones de tráfico de personas. Entonces no se sabe muy bien qué está financiando esta actividad. Sabemos que la mayoría de estas personas que están vendiendo en el top manta son personas explotadas. Por lo tanto, no estamos hablando de una cuestión meramente de estoy vendiendo un bolso falsificado. Hay algo detrás mucho más gordo. Al final, el ayuntamiento, sabiendo esto, no le pone freno. Al contrario, pone trabas a la investigación y además permite la actividad que causa un perjuicio económico importante al comercio de la ciudad. Pero es que además crean un sindicato. ¿Dónde se ha visto que se pueda crear un sindicato de una actividad ilegal? ¿Nos hemos vuelto locos? La subvención es de 1 millón y medio que sepamos, porque luego hay las ayudas directas que se escapan al control de todo. Sabemos que se escapa mucho dinero a través de contratos menores, ayudas directas que no necesitan publicidad, ni concurso público ni nada. Se les ha cedido un edificio.

P.-En Barcelona también han aumentado los delitos y las agresiones sexuales. Sin embargo, parece que la receta del Ayuntamiento de Colau ha sido «más feminismo». ¿Hay otra receta posible?

R.- Sí. Policía en la calle. Y educación desde bien pequeño, en las escuelas y en las familias. Al final un agresor es un agresor. Me da igual si es hombre, si es mujer. Hay mujeres agresoras, hay mujeres que agreden a niños, a personas mayores, hay hombres que agreden a gente discapacitada y gente que agrede por odio a homosexuales. Es decir, por desgracia agresores existen y van a existir toda la vida. Contra esto, tolerancia cero. No se puede consentir ningún tipo de agresión a nadie. Sabemos que este tipo de agresiones se están dando en zonas más concurridas, donde hay botellones y ocio nocturno. Hay que poner un refuerzo policial allí. Lo que no puedes hacer es decirle a la mujer que mira vete ahí corriendo que hay un punto lila y te pones en el punto lila y ahí se te van a solucionar todos tus problemas. Esto no funciona así.

P.- Los puntos lilas…

R.- Los puntos lilas no sirven de nada. Yo he tenido que asistir a debates en el Ayuntamiento en el que se está hablando del wifi con perspectiva de género en la ciudad. Oiga, ¿qué es esto? Hábleme de cosas normales. No me hable de tonterías. A un agresor se le detiene con la Policía al lado. No se le detiene con un punto lila, ni se le detiene con folletos informativos, ni se le detiene con urbanismo, con perspectiva de género. Todo esto son auténticas chorradas pensadas para financiar al lobby feminista, que de esto viven una serie de partidos y de personas. Y no hay más. Se han inventado un centro de nuevas masculinidades en Barcelona que nos cuesta un millón y medio cada año, que en teoría es para reeducar al hombre. Como el hombre es un maltratador de serie, al parecer vamos a mandarlo al centro de reeducación para que sea un hombre blandengue. ¿No le llamaban el hombre blandengue en la campaña del Ministerio de Igualdad? Pues en estas burradas estamos dilapidando el dinero.

Independentismo

P.- El corte de la Meridiana por parte de independentistas cumple los 1.000 días.

R.- El corte de la Meridiana, que recientemente han celebrado los mil días con cortes de tráfico que afectan a todos los ciudadanos en la ciudad. Y ahí sigue. Están cortando una arteria de entrada y salida principal. Es una vía rápida de acceso y de salida a la ciudad. Lo están haciendo con la connivencia de los partidos independentistas, especialmente de Junts por Catalunya. Han estado cortando la Meridiana durante casi dos años bajo el argumento de que era una manifestación pasiva. Esto no es una manifestación, esto es un corte sistemático en horas punta de una arteria principal de la ciudad. Lo hacen con el Govern, los consellers de Interior en la Generalitat mirando para otro lado, es decir, con silencio administrativo. No contestan, ni dan ni deniegan el permiso. Por tanto, silencio administrativo se entiende por concedido y se van a cortar. Cuando hay un poco de desmovilización aparece la presidenta de Junts con su coche oficial recién salida del Parlament a animar a la gente a seguir cortando y se pone ella a cortar la Meridiana. Luego nos venden a Xavier Trias como el candidato del orden en la ciudad. Señor Trias, usted no es el candidato del orden. Usted es el candidato de la señora Borràs, que está cortando la Meridiana y está haciendo la vida muy complicada a los barceloneses por sus ideologías. Esto es creerse que Cataluña es tuya, es creerse que las calles son tuyas. Creerte que Barcelona es tuya. Que puedes hacer lo que te da la gana y que tus necesidades, tus deseos y tus reivindicaciones están por encima de todo. Y te da igual todo lo demás. Y esto es exactamente lo que es el movimiento independentista allí. Y esto se ha hecho consentido por el Gobierno de Colau.

P.- Y ahora Barcelona se lanza, por decisión personal de Colau y sin votaciones, al rechazo a Israel. ¿Un gesto antisemita?

R.- Sí, por supuesto. A la vez que una mala decisión que traerá consecuencias económicas muy negativas para la ciudad. Una decisión tomada, de forma unilateral y dictatorial, con la opinión contraria de la mayoría de los grupos del Ayuntamiento. Colau debe pedir perdón a Israel y revertir su decisión de forma inmediata.

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